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Son los últimos molares en erupcionar en los adultos, también conocidos como muelas del juicio, situados en la parte posterior de la mandíbula.
Como generalmente no pueden adaptarse a la estructura de la mandíbula por falta de espacio, es necesario extraerlas porque causan dolor, formación de abscesos y molestias en la mayoría de los individuos. Estas operaciones suelen realizarse con anestesia local, extirpando la encía o el hueso situado encima del diente.
La cicatrización de la zona de extracción se completa en 7-10 días en la mayoría de los casos, siempre que se utilicen adecuadamente los medicamentos prescritos por el médico y se proporcione la higiene bucal necesaria.
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